Obtención de las fuentes de información en la valoración de empresas



A la hora de enfrentarnos a la valoración de una empresa, las fuentes de información a utilizar son de vital importancia. Al contrario de lo que podría parecer lógico, no toda la información procede de la contabilidad de la misma compañía, es más, solo una pequeña parte de la información que utilizaremos, la hemos obtenido de los balances de situación y las cuentas de pérdidas y ganancias. 

La información financiera contenida en las cuentas anuales es esencial. Formará la base de la creación de valor para el accionista y reflejará la capacidad de la organización de cumplir con el objetivo que fue creada. Sin embargo, existe otra información que no figura en los estados financieros que también es tanto o más importante que los estados financieros, aquella que recoge las expectativas de la compañía. 

Por lo tanto, la información financiera es muy relevante, pero no completa toda la información necesaria a la hora de analizar la valoración de una organización. 

Sin embargo, esta otra información no contenida en los documentos creados por la propia contabilidad y que son de obligado cumplimiento por las empresas, es decir, la información no propiamente financiera, o otra información voluntaria que ha ido creando la empresa a lo largo de su vida, puede ser subjetiva. La incertidumbre puede afectar a la valoración de dicha información, pues estamos tratando con datos previstos que no son una realidad cierta. 

Cada uno de los métodos de valoración que podamos aplicar a estudiar el valor de una compañía, adolece de ciertas deficiencias al no tener en cuenta la incertidumbre. La parte del información que se deriva de los propios estados financieros, como el informe de auditoría mismo, podemos considerarlo con la suficiente objetividad como para que sea cierto, pero necesitamos más información. La información que la misma empresa presenta en su página web, las presentaciones de gestión o informes realizados, comentarios en medios de comunicación o notas de prensa, todo será información que nos ayudará a acercarnos al valor de la compañía. Aunque no podemos olvidarnos de que en esta información es donde más encontraremos la subjetividad que habíamos comentado, por lo que tendrá que ser contrastada con el máximo de fuentes posible para poder utilizarla. 

Después tenemos toda aquella información que el analista necesitará para contextualizar la situación de la compañía en el sector y el entorno económico en el que está desarrollando su actividad. Ésta no será proporcionada por la empresa, sino que deberemos buscarla en el entorno de la misma: competencia, mercado, indicadores importantes, en general, datos que pueden dar una mayor consistencia al valor que estamos intentando calcular. Un conocimiento exhaustivo de la empresa y su entorno nos permitirá dar una mayor fiabilidad al valor que vayamos a proporcionar en función del método que estemos aplicando. 


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